Aparte de la gran película de los Coen, el Gran Lebowski es un tipo que publica una columna semanal en Ultima Hora Menorca y que te invita a participar de sus quietudes e inquietudes.
INCEPTION
El mes de agosto ya camina firme hacia el final de su primera quincena que será el punto de inflexión que marcará el descenso hacia el final de la temporada estival en la isla. Ya sé que para muchos es un drama, sobretodo para todos aquellos que viven del turismo, que son muchos, pero… me parece percibir que también hay un número significativo de menorquines y residentes que el mes de agosto es probablemente el único mes que sobra del calendario para quienes viven aquí todo el año. La isla está seca y pisoteada en este mes, nada comparable al esplendor de la primavera donde alguien dijo de Menorca que era un jardín en un portaviones. Los inteligentes turistas que huyen del agosto para visitarnos y lo hacen en mayo-junio o septiembre-octubre son los que, sabiéndolo o sin saberlo, aciertan de pleno con el momento espacio temporal perfecto. Pero bueno, no quería hablaros de eso. Resulta que el domingo pasado volvió a suceder. Me refiero a uno de esos escasos momentos en los que te dejas una pasta yendo al cine y sales contento de lo que has visto. No sé exactamente qué porcentaje de veces eso es así. Me atrevería a cifrarlo en no más del 10%. Y el domingo pasado, fue una de esas ocasiones. Además, con la particularidad añadida de que me introduje en la sala sin demasiadas referencias de la película que iba a ver. Sólo sé que tenía ganas de verlas porque (siempre es así) el trailer publicitario te engancha. Se trata de Origen de Christopher Nolan. Normalmente las películas que van acompañadas de una severa campaña de marketing no suelen tener un contenido de altura. Este no es el caso. El elenco lo constituyen Leonardo Di Caprio, el crecimiento y maduración como actor más espectacular y meteórico que se ha visto en la gran pantalla en las últimas dos décadas, Marion Cotillard, quizá la única que flojee un poco aunque todavía no me he puesto el sombrero después de quitármelo cuando encarnó a Edith Piaf en “La Vida en Rosa”, el siempre solvente y brillante Michael Caine, la tintineante Ellen Page, que ya captara la admiración de muchos tanto en “Juno” como, sobretodo, en “Hard Candy” e incluso un recuperado Tom Berenguer cuya aparición se agradece. La película en sí no os la voy a contar. Solo os diré que, si te gusta pensar un poco cuando vas al cine, te va a encantar. Su director, Christopher Nolan, ya dirigió una película que para muchos ya es de culto “Memento” y también, aunque menos admirable, “Batman: El Caballero Oscuro”. La cinta establece un paralelo entre las ideas y los virus. Una idea puede ser tan poderosa como un virus, absolutamente perdurable i casi imposible de borrar. De esta manera te zambulles en la historia desde el primer minuto (aunque sé que hay gente que igual le cuesta veinte). Si te gustó Matrix, te gustará Origen. Tiene reminiscencias de Shutter Island e incluso de Ciudadano Kane. Ninguna película es perfecta pero con Origen casi podríamos hacer una excepción. La trama avanza, se complica y crece hasta redondearse con un final insuperable, nada de sorpresas, el final que tenía que tener la película para ser considerada una de las grandes películas por supuesto de la temporada y el tiempo dirá si de la historia del cine. Pero el film esconde alguna pseudosorpresa más porque en él aparece como actor secundario un tal Lukas Haas. ¿Os acordáis del niño de “Único Testigo” con Harrison Ford que iba de un asesinato que presencia un niño en un entorno amish? Pues bien, el niño, ahora ya hecho y derecho y con pelos en los bollocks, hace su aparición en la película. De hecho es el arquitecto al que sustituirá Ellen Page. Te preguntarás… ¿qué quiere decir eso de arquitecto? Pues bien, para saberlo tendrás que ver la película. Por cierto, el título de esta columna es el título de la película en inglés que, cuando la veas, estarás de acuerdo conmigo en que no tendrían que haberlo traducido.