Un
nuevo acierto del Cineclub de Ciutadella sito en los Cinemes Canal Salat, con
la proyección de El Exótico Hotel Marigold. Cine positivo a la par que bien
hecho. No es un peliculón pero es lo suficientemente buena como para no querer
descerrajarte un tiro en la cabeza al salir del cine después de gastarte los
euros de la entrada. En esta ocasión, están bien gastados. No solo por la
calidad de la película sino porque los miércoles y los jueves la entrada solo cuesta
cinco euros, en lugar de los siete habituales, nueve y medio si es en 3D. La
película cobra un cariz especial si te sientas en la butaca sin saber nada de
ella. Automáticamente es el doble de buena. O mucho me equivoco o la cartelera
del cineclub tiene un criterio serio detrás, lo que facilita desplegar esta
política. Me explico. Si hay un criterio serio, puedes plantearte acudir a las
proyecciones del Cineclub sin ni siquiera mirar qué película hacen ya que
tienes la seguridad de que, como mínimo, no va a ser una ñorda pinchada en un
palo. No estoy convencido del todo, pero, de momento, parece que es así. Dios
me oiga!
La
peli es de John Madden, el director de Shakespeare in Love (1998) o La Deuda
(2011), por nombrar dos buenas; aunque también dirigió La Mandolina del Capitán
Corelli (2001), supongo que fruto de algún viaje en ácido. En su elenco se
encuentran Judi Dench, una todoterreno de la interpretación que cuantos más
años tiene mejor se le da. Por cierto, es la madre de DiCaprio en J. Edgar, de
la que hablamos recientemente y tiene muchas otras estelares apariciones. Otro
peso pesado que aparece en la película es Tom Wilkinson del cual no es fácil
destacar algunas apariciones sobre otras ya que está soberbio en casi todas
ellas. Michael Clayton , El Sueño de
Casandra, El Exorcismo de Emily Rose y The Ghost Writer (esta última es un
peliculón también) son algunos ejemplos.
Hay
más reparto ya que se trata de seis personajes cada uno lo suficientemente bien
trabajados como para que termines odiando a unos (Penelope Wilton) y enterneciéndote con otros (Maggie Smith),
pero también es parte de la sorpresa ir descubriéndolos. Ha llegado sin
demasiado bombo a las carteleras y se está haciendo un hueco entre los gustos
de quienes la han visto. En zigzag entre la comedia y la denuncia social, habla
de los avatares que sufren seis ancianos británicos que deciden pasar su
jubilación en La India en un peculiar hotel regentado por un joven hindú
optimista que se plantea la externalización de la tercera edad inglesa como
fuente de huéspedes. En el segundo tercio de la película, todas las
singularidades de los personajes están sobre la mesa e interesa saber cómo se
van a desarrollar y en qué van a terminar. La historia está cruzada por la
consabida historia de amor joven entre el dueño del hotel y su novia cuya unión
no aprueba la madre de él. No queda fuera una visión de La India mitad
romántica, mitad miserable, y los motivos que a cada uno han conducido al
lugar. Se trata de una película equilibrada en todas sus facetas. Al final todo
sale bien y si no ha salido bien, es que no es el final. Amen.