Bienvenido de nuevo por aquí. Hoy vamos a hablar de cine otra vez. Me hubiera gustado alternar un poco los temas pero no he tenido más remedio que hablar de Avatar, la nueva película de James Cameron. El de Titanic (1997), Terminator (1984), Terminator II (1991), Abyss (1989), Aliens El Regreso (1986) y Mentiras Arriesgadas (1994). El tipo se ha tirado casi diez años sin hacer película, si no contamos la intervención como productor de Solaris (2002). Pero se ha descolgado con estos 180 minutos de metraje que, da igual lo que os hayan contado, se encumbran en el top five de las mejores películas de ciencia ficción de la historia del cine. Desde que hiciera Titanic, algunos esperábamos con cierto interés qué sería lo próximo que rodara por evaluar hasta qué punto es capaz de dar de comer a su público. Y he rendirme a sus pies, dado que Avatar supera las expectativas más optimistas. No sé en 3D, porque yo la ví en 2D, pero, independientemente del número de dimensiones en que se visione, la película puede considerarse casi perfecta. Y digo casi porque siempre conviene dejar un margen para la mejora, aunque sea pequeño. Un planeta llamado Pandora, habitado por alie-indígenas está a punto de ser expoliado por los humanos para obtener un mineral altamente preciado. Para conseguirlo, el protagonista se infiltra entre los alie-indígenas tomando posesión de un cuerpo a través de una sofisticada tecnología. El desembarco en el entorno de Pandora es de lo más reconstituyente. Un escenario onírico con unas cotas de belleza visual pocas veces conseguidas en el cine. Aunque la trama tiene algún tramo predecible, esto no dificulta el visionado de las casi tres horas de película. Es más se agradece que no hayan aprovechado el tirón para hacernos ir dos o tres veces al cine. Hecho este que se ha puesto de moda en esta década. Me refiero a rodar dos o tres películas para luego estrenarlas o no en función de la acogida que esta tenga. Este sería el caso de El Señor de Los Anillos, la segunda tanda de tres películas de Star Wars o Kill Bill. En este caso, aunque hubieran podido ser dos películas perfectamente, se ha metido todo el metraje en una sola repercutiendo al alza en la valoración que el espectador y el crítico hacen del film. Habrás odio/leído criticas de todo tipo al respecto no solo de esta película sino de muchas otras. Personalmente me cabrea bastante leer/oir una mala crítica de una película y, tras visionarla, darme cuenta que me gustado bastante y que por culpa del crítico de turno, he tardado en verla. Por eso, hace tiempo que decidí no hacer ni puñetero caso a los críticos de cine. Porque como ya te comenté la semana pasada, el cine (como tantas otras cosas) es un estado de ánimo. Así que, te recomiendo que no me hagas ni puñetero caso y seas tú mismo el que se forme una opinión tras verla. A todos los que consideran que esta película no merece una valoración positiva, le diría que hicieran ellos una película a ver qué tal les iba. Ya sé que cada uno se dedica a lo que se dedica, pero del mismo que cargamos las tintas cuando nos intentan colar un bodrio, es justo levantar la voz cuando hay un producto cinematográfico final lo suficientemente redondo como para que te emocione y entusiasme… como Avatar lo hará