No me resisto a hacerme eco de una información que me ha llegado esta semana. Partimos de dos principios: 1.- El político es una persona que actúa por vocación de servicio al pueblo, porque quiere aportar a la sociedad lo mejor de sí mismo, sin ningún tipo de interés personal ni económico. 2.- Consideramos como salario digno 25.000 € al año. Salario que está muy por encima de lo que cobran muchos españoles y evidentemente del salario mínimo interprofesional. En base a estos dos principios básicos, proponemos el establecimiento de un salario ético de 25.000 €/año, para todos los políticos, como medida para contribuir a la superación de la crisis económica que sufrimos. Tampoco vendría mal, para volver a los principios democráticos que deben inspirar el funcionamiento social. El hacer de la política una “carrera” donde todos los que acceden a ella consiguen importantes beneficios económicos, no hace otra cosa que debilitar la democracia, pues atenta contra uno de sus pilares fundamentales: la alternancia. Véase el desarrollo que se expone a continuación, entendiendo que sólo tiene carácter orientativo, en base a la información que publican los medios. Los diputados 'rasos', es decir, los que no tienen ningún cargo en la Mesa o en las Comisiones, cobran al mes 3.126,52 euros. Tanto este sueldo base, como los diferentes complementos están sometidos retenciones y tienen que tributar y se pueden consultar en la página web del Congreso de los Diputados. El presidente es el diputado que más cobra, ya que además del sueldo tiene el complemento de miembro de Mesa, 3.605,38 €; los gastos de representación, 3.915,16 €; y los de libre disposición: 3.210,08 €. Los vicepresidentes de la Cámara cobran, por su parte, el complemento de miembro de Mesa, 1.374,53 €; los gastos de representación, 1.148,68 €; y los de libre disposición, 803,52 €. Los secretarios también cobran el complemento de miembro de Mesa, 1073,28 €; los gastos de representación, 930,07 €; y el de libre disposición: 769,72 €. Los portavoces de los grupos parlamentarios cobran por gastos de representación, 1.978,62 €; los gastos libre disposición, 1.052,63 €. Los portavoces adjuntos los gastos de representación, 1.582,91 € y los de libre disposición, 736,05 €. Los presidentes de comisiones: sueldo más 1.590,34 € de gastos de representación. Vicepresidentes: suelo más plus de representación de 1.162,75 euros. Secretarios de comisión: sueldo más complemento de representación, 775,17 €. Portavoces en comisión: sueldo más 1.162,75 € en gastos de representación. Portavoz adjunto en comisión: sueldo más gastos de representación de 775,17 €. Por otro lado, mientras la mayoría de los ciudadanos españoles y europeos sufren despiadadamente los efectos de la crisis, nuestros eurodiputados se duplicaron su sueldo tras las elecciones del 7 de junio. La medida entró en vigor en julio pasado, en aplicación de la reforma aprobada por el Parlamento Europeo en 2005, que incluye la homologación del sueldo, de modo que todos los parlamentarios de los veintisiete países miembros recibirán 7.665 euros brutos al mes, sin distinción. Los españoles, junto con los polacos, lituanos, o malteses, serán los grandes beneficiados de la reforma, ya que son los que menos ganan, mientras los italianos verán mermados considerablemente sus ingresos ya que son los que más cobran. Y hay más, ahora la dieta que cobran los europarlamentarios por asistir a cada sesión plenaria es de 287 euros, lo que les supone un ingreso ‘extra’ de más de 5.000 euros al mes teniendo en cuenta los 12 plenos que hay al año en Estrasburgo y los otros seis miniplenos de Bruselas. Eso sí, si no votan, no cobran. Además, también reciben importantes dietas por sus desplazamientos en avión, que incluyen generosos pagos por el importe que ‘teóricamente’ cuesta el billete de avión, -aunque hayan cogido una tarifa reducida- , por el desplazamiento del aeropuerto a las sedes de las instituciones e incluso por el kilometraje desde sus ciudades de origen. De ahí que se hayan dado algunos casos de ‘picaresca’: empadronarse en lugares lo más lejanos posibles a Bruselas o Estrasburgo para disfrutar de mayores dietas. El hotel o la residencia donde decidan alojarse, sin embargo, se lo pagan de su bolsillo. Y aunque pueden almorzar en los comedores de las sedes, que son bastante económicos, muchos optan por hacerlo fuera pagando de su bolsillo, al igual que las cenas. Pero la cifra que más puede escandalizar es la ‘bagatela’ de 17.000 euros mensuales de la que disponen para contratar ayudantes o asistentes -en muchas ocasiones sus propios familiares- y los otros 4.000 euros -también mensuales- para gastos de oficina, que hasta ahora no eran obligatorio justificar. Devolvamos a la política su sentido de servicio al pueblo. No podemos consentir por más tiempo que sea el pueblo quien esté al servicio de los políticos. Recuperemos el valor democrático de la alternancia estableciendo unos salarios éticos. No puede haber alternancia mientras haya lucro personal, y sin alternancia no hay democracia.