S´Engolidor


S´Engolidor es una muy agradable sorpresa. Es más que un restaurante. Es más que una fonda. Es más que la suma de esas dos cosas. Es un concepto al que le auguro muchos éxitos. El restaurante fonda S´Engolidor se encuentra en la C/Major, 3 de Es Migjorn Gran. Su discreta entrada no hace justicia a su interior. Bellamente decorado, el restaurante se ha renovado de una forma muy significativa desde que en abril de este año cambió de manos tras la jubilación de su anterior gestor y la irrupción a la cabina de mandos de Pere.  La gastronomía de la Menorca interior no tiene claros representantes y S´Engolidor ha presentado sin fisuras su solvente candidatura a ocupar uno de los primeros puestos.



Lo mejor es que aparques en la salida de Es Migjorn Gran hacia Ferreríes. A 20 metros de ese pequeño aparcamiento encontrarás el restaurante. Lo primero que llama la atención del restaurante es la cálida bienvenida tanto de la casa que lo alberga como del equipo humano que lo regenta. La terraza y el jardín son ideales para cenar en verano y, en invierno, los salones interiores son muy prometedores. Como dije antes, S´Engolidor también es una fonda que cuenta con cuatro excelentes habituaciones y una majestuosa suite.
El primer golpe de efecto es que las habitaciones están bautizadas con personajes históricos del pueblo:
          Francesc  D´Albranca, un polifacético médico autor de “Folklore Menorquí. De La Pagesia”;
          Joan Riudavets, el más anciano de Europa en el momento de su fallecimiento el 5 de marzo de 2004 que montaba en bicicleta a su 114 años y 81 días;
          David Russell, un prolífico músico instrumentista escocés nombrado hijo predilecto de Es Migjorn Gran en 2003 y ganador de un grammy en 2005;
          y, por último, Francisca Camps “Sra. Paca”, hija de Francesc D´Albranca.
Este intento de unir restauración y cultura ya merece “per se” ser destacado.  Pero, volviendo al restaurante, otro golpe de efecto es la admirable mantelería de hilo blanco impoluto y la cristalería que ha sido renovada  apropiadamente por no hablar de que la propia carta de vinos ya ofrece la contraseña wifi del local y de que, cada vino, dispone de sus propios códigos QR de manera que haciéndoles una foto con el móvil o el ipad se te abre la ficha técnica del vino que puedes pedir. Primera vez que lo veo en una carta de un restaurante de la isla. Genial!

La carta en sí dispone de ensaladas, entrantes Fríos y entrantes Calientes como primeras opciones y sopas, carnes y pescados como segundas. Cuenta con algunas sugerencias fuera de carta y un surtido de postres para los más golosos.
La carta tiene algunas singularidades originales. Por ejemplo, la ensalada s´engolidor se sirve con cogollos de lechuga, mouse de atún y una fantástica salsa de alcaparras casera con una sorprendente combinación de melón y aguacate.
Entre los entrantes calientes, destaca la greixera, plato típico menorquín que no hay que dejar de probar. No pude probar todo pero si hubiera tenido dos estómagos me hubiera pedido greixera y un oliagua con mascarpone y queso de la isla. En esta ocasión opté por una ternera con salsa de pimientos y la próxima vez caerá el cordero al horno o la dorada con cebolla confitada a la salvia o el bacalao al papillote. Son estos platos que pidieron comensales próximos a mí y que deprendían un aspecto y aroma muy prometedores a falta de hincarles el diente.
La carta de vinos también es única. Aunque todavía en elaboración puedes encontrar referencias que no encontrarás en otros restaurantes. Por ejemplo, el albariño Zárate en blancos o el somontano Olvena, en cuya espectacular bodega estuve, y que es una opción recomendable. Opté por un rioja crianza Glorioso de 9,50 euros. Odio los riojas, pero era el único que había de 3/8, que es la mejor opción si cenas solo y tiene que conducir.
La cena discurre con el tempo que decidas. El jefe de sala y resto de camareros están pendientes de ti sin agobiar y se dejan orientar si les pides que especien los tiempos entre platos,  por ejemplo.
Un surtido de licores digestivos obsequio de la casa (especialmente bueno el orujo de hierbas) sirven de broche para una estupenda  cena  en un estupendo lugar.
Excepto en julio y agosto, el restaurante cuenta con un menú degustación que estoy seguro hará las delicias de los más exigentes por solo 15 €. Si cenas de carta, puedes personalizar tu ágape por menos de 30 € por persona, buen vino incluido.
No puedo dejar de recomendar su página web donde encontrarás mucha información sobre el lugar. Una web renovada con un excelente diseño  y funcionalidad (www.sengolidor.es).
Un restaurante como este no podía quedar fuera del próximo certamen de cocina gastronómica menorquina que tendrá lugar el próximo mes de septiembre, y así será. Estará en el circuito. Habrá que estar atentos a ver qué nos ofrece.