Que
Menorca es una isla está claro. Y que, por consiguiente, está aislada, también
está claro. No voy a profundizar en esta cuestión que tan clara tenemos quienes
vivimos aquí. Incluso puedo llegar a entender que el aislamiento físico puede
ser un problema difícil de solucionar en cuanto a equiparar el modus vivendi
isleño con el peninsular. Lo que no me cabe en la cabeza es que la insularidad
se traslade al mundo digital, esto es, a internet. Los cerebros digitales que
ofrecen sus productos y servicios a través de internet no han caído en la
cuenta que si una provincia está formada por varias islas, como puede ser el
caso de Baleares y Canarias, no puedes estructurar tus servicios por provincias
sino que deben hacerlo por islas. De este modo, cuando quieres acceder a un
servicio ofrecido por internet, digamos por ejemplo pedir cita para renovar el
DNI, te encuentras que la página del Ministerio del Interior, solicita al
usuario que elija su centro más cercano seleccionando la provincia. Los
usuarios de Menorca seleccionan, como es lógico Baleares, y el sistema devuelve
como resultados de búsqueda los centros de Manacor y Palma, supongo que insinuando que para renovar el DNI
tienes que coger un avión ex profeso.
Más
ejemplos. Supongamos que quieres comprarte una bicicleta en portales de venta
de artículos de segunda mano. Una vez tienes localizado el artículo, como es
lógico, buscas los más cercanos para no tener que enviar por correo o
mensajería un objeto como una bicicleta para no encarecer la compra. Nuevamente
te encuentras que la búsqueda solo permite ser acotada por provincias, y no por
islas, por lo que tendrás que cruzar el canal de Menorca a nado para recoger la
bici para el niño que te ofrecen en L´Alcudia, por ejemplo.
Si
te propones buscar trabajo a través de
internet, tendrás igualmente que utilizar un precioso tiempo en cribar las
ofertas que recibas en la alerta que te hayas creado para tu provincia, ya que
recibirás ofertas de Soller, Inca o San Antonio debido a que ninguno de los
cerebros de los portales de empleo ha tenido en cuenta la condición de isla de
las islas.
Un ejemplo más se da en las
páginas de ofertas a precios irresistibles o de cupones de descuentos en las
que te apuntas para recibir regularmente cupones de descuento de tu provincia.
Se trata de ofertas para hacerte mechas, degustar una tapa mitad de precio, un
2x1 para un boti-boti, un menú para dos por veinte euros o cosas por el estilo.
De nuevo, recibirás un aluvión de cupones de descuento para poder redimirlos en
Mallorca. No sé tú, pero yo me resisto a coger un avión a Palma para canjear un
cupón de un 2x1 en un SPA. Tanto me afectó la insularidad digital que me propuse contribuir a paliarla, al menos, en
este último sector de los cupones de descuento y chollos similares,
descubriendo CuponesMenorca.com .
Todavía está en fase de lanzamiento pero parece que alguien se ha dado cuenta
de que una insularidad física es suficiente como para tener que verse afectado también
por una insularidad digital. De momento, solo se le solicita, por un lado, al
usuario que se apunte para recibir los primeros CuponesMenorca en cuanto estén listos y que se “tuitee” y se “feisbuquee”
a
las amistades; y, por otro, se
invita a los comerciantes y propietarios de negocios de la isla a que diseñen
sus ofertas y las inserten gratuitamente en el nuevo portal. Es una de las
pocas webs que han roto la insularidad digital. El modelo de negocio basado en
cupones de descuento y códigos promocionales está logrando para los
comerciantes y propietarios de negocios que cientos de personas que de ninguna
manera conocerían su negocio, lo conozcan; y, para los usuarios, poder acceder
a precios imbatibles a conocer productos y servicios que, de no tener ese
precio en oferta, jamás se plantearían conocer. Asi que…¡que se corra la voz!
No, no estoy pidiendo un orgasmo de Frank Sinatra. Me refiero a que si ayudas a
difundirlo, será bueno para todos. Es un comienzo.