No
hace ni veinte minutos que he salido del cine y ya me he lanzado sobre el
teclado para escribir este texto y recomendarte la película. Acabo de ver
Django Desencadenado de su majestad Tarantino y es uno de esos días que te das
la enhorabuena a ti mismo por haber decidido ir al cine. Es un excelente larguísimometraje. Casi tres horas de
Tarantino en estado puro en muchos momentos y algunas incursiones en tempos
menos tarantinianos en otras. Empezaré por decirte lo malo. En tres horas de
película es casi imposible mantener el ritmo en todo momento por lo que tal vez
percibas que en algún momento decae la tensión dramática. Sin embargo, son tantos
y tan buenos los aspectos positivos que no lo considerarás un inconveniente. El
arranque de la película me parece cumbre. La formación de la pareja
protagonista destila calidad. Muy bien escrita. Muy bien rodada. Muy bien
interpretada.
La
música excepcional. Acabo de meterme todas las canciones de la película en un
playlist del Spotify, con eso te lo digo
todo. Ennio Morricone en su mayoría aunque también algo de Johnny Cash o James
Brown, por ejemplo.
Ambientada
en los estados del Sur estadounidense dos años antes de estallar la Guerra
Civil, está protagonizada por Jamie Foxx en el papel de Django, un esclavo cuyo
brutal pasado con sus antiguos dueños le lleva cara a cara con el
cazarrecompensas de origen alemán, el Dr. King Schultz (Christoph Waltz, que
también dejó muy buen recuerdo en Malditos Bastardos o Un Dios Salvaje).
Schultz le sigue la pista unos asesinos Brittle y Django es el único que podrá
llevarle hasta ellos. El poco ortodoxo Schultz compra a Django con la promesa
de dejarlo en libertad tras capturar a los Brittle ,vivos o muertos. Tras la
exitosa misión, Schultz deja en libertad a Django pero ambos optan por no
separarse y seguir el mismo camino. Con la ayuda de Django, Schultz emprende la
búsqueda y captura de los delincuentes más buscados del Sur. Según va puliendo
sus capacidades como cazarecompensas, Django se centra en su única meta: hallar
y rescatar a Broomhilda, la esposa que le arrebató el tráfico de esclavos
muchos años atrás. La búsqueda de Django y Schultz los guiará en última
instancia a Calvin Candie (Leonardo DiCaprio), el propietario de “Candyland,”
una infame plantación donde los esclavos son preparados por el entrenador Ace
Woody para luchar unos contra otros por diversión. Sin embargo, Django y
Schultz levantan la sospecha de Stephen (Samuel L. Jackson), el esclavo
doméstico de confianza de Messieur Candie.
La
sangre y la violencia hiperbólica es una constante en el cine de Tarantino, y
Django Desencadenado no puede ser una excepción. Si la escena de los 88
maníacos de Kill Bill, te gustó, aquí encontrarás escenas que apuntan en esa
dirección. Las frases lapidarias y de calado tampoco faltan.
Conviene
dejar claro que no se trata de un remake
del Django de 1966, un spagueti-western
que supuso el debut de Franco Nero y donde aparece el gran José Bódalo, por
cierto, sino que solo ha tomado prestado el título y el tipo de letra de los
títulos de crédito iniciales, aunque en rojo (en la original son amarillos).
Tampoco quiero olvidarme del cameo (un tanto simplón) que hace el propio
Tarantino, del mismísmo Franco Nero (en la escena de la pelea en la que se pide un tequila) y del rescate de Don Johnson (el de Corrupción en Miami) para el
asombro del espectador. Alguien ha querido ver un homenaje al spagueti-western en esta película, pero
yo veo mucho más. Todavía estás a tiempo. Tienes que verla… en el cine.